Tejedora de Sueños: El éxito de Daniela Cayo y la importancia del financiamiento en emprendimientos liderado por mujeres indígenas

mayo 2024

Daniela Cayo es una mujer artesana aymara que decidió iniciar su negocio Munata de la mano del Programa Originarias. Aprendió el arte textil de la mano de la abuela de su pareja, quien le transmitió todos los saberes del tejido sobre el telar, y a pocos meses del nacimiento de su hija comenzó su proceso de formación para desarrollar e implementar su modelo de negocios.
En la siguiente entrevista relata la importancia del financiamiento de los negocios liderados por mujeres indígenas y destaca como dos grandes desafíos, la falta de accedo al capital inicial y la falta de redes y mentorías que entreguen orientación estratégica para el desarrollo de sus negocios y permitan el acceso a fondos.

¿Cuéntanos qué fue lo que te motivó a participar de ese programa?
El programa me impulsó a fortalecer mis habilidades en emprendimiento, brindándome la confianza necesaria para avanzar en mi proyecto. Yo partí hace cuatro años atrás cuando mi hija acababa de nacer, de hecho, fui a muchos cursos con ella en brazos. Al comienzo tenía un poco de temor no sabía si me la iba a poder porque además de equilibrar las labores labores de cuidado con los cursos, me sentía en desventaja frente a mis otras compañeras textilera, creía que no tenía los conocimientos suficientes para iniciar este negocio porque a diferencia de otras mujeres indígenas yo no aprendí el arte textil desde niña, a mí me enseñó la abuelita de mi pareja.
Pero cuando llegué al Programa Originarias además de fortalecer mi seguridad nos enseñaron hacer un plan de negocios, como vender nuestros productos, como postular a fondos de emprendimiento, esto último era lo que más me motivaba. Antes de ingresar a Originarias había postulado muchas veces y no había podido ganar, pero cuando entré hubo un acompañamiento puntual en la formulación de proyectos para fondos concursables, luego de esta asesoría gané por primera vez y esto me permitió comprar mis primeros telares. El apoyo constante del equipo del Programa me motivó a no rendirme y a seguir buscando oportunidades de crecimiento.

¿Cuál fue el apoyo del Programa Originarias para conseguir financiamiento para tu emprendimiento?
Puntualmente el apoyo consistió en un curso y acompañamiento que incluía talleres para revisar los fondos concursables disponibles, recopilar los requisitos y cumplir con las bases del concurso, luego había acompañamiento en el proceso de completar el formulario de postulación y el modelo de negocios. Era en esta última parte donde yo quedaba corta porque no encontraba las palabras para describir mi negocio y vender bien la idea, por decirlo de alguna manera.
El primer financiamiento para mi emprendimiento fue un Capital Abeja de Sercotec, con estos fondos compré 15 máquinas y comencé a perfeccionar mi técnica con estos telares. Son telares diferentes medidas y pedales de esto depende los diseños de cada tejido, con esto puede ampliar el negocio y hacer a mayor escala productos. Luego postulé a otro de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi), el cual me permitió comprar materia prima.

¿Recuerdas cómo recibiste la noticia cuando te ganaste el primer fondo después de haberlo intentado tantas otras veces?
Yo no lo podía creer. Imagínese después de haber postulado tantos años, tantas veces. Este fue el inicio de mi carrera como emprendedora del arte textil. Estaba muy contenta de poder comenzar mi propio negocio, con los telas y diseños que había aprendido de la abuela.

¿Por qué crees que es importante el financiamiento e inversión para el fortalecimiento de los negocios de las mujeres indígenas?
Bueno, estos proyectos son muy importantes porque ayudan a mejorar nuestra herramienta de trabajo. Sin este tipo de apoyo jamás hubiera podido comprar los telares e iniciar de manera empresarial mi negocio, pero además tiene un impacto positivo en la economía familiar, ya que al fortalecer mi negocio a través del financiamiento obtuve independencia económica y me permitió quedarme en casa mientras trabajo y cuido de mis dos hijos. Creo la importancia del financiamiento para negocios de mujeres indígenas va más allá porque tiene un impacto social y un efecto positivo en la comunidad en general, ya que nosotras además reinvertimos en las comunidades locales, apoyamos a otras mujeres, como por ejemplo las vendedoras de alpaca, y creo que así fomentamos un entorno empresarial más inclusivo y diverso.

¿Cuáles son los desafíos que enfrentan las mujeres indígenas para conseguir financiamiento para sus negocios?
Desde mi propia experiencia, el mayor desafío que veo es no tener conocimientos de cómo poder expresar y describir de manera efectiva el arte y legado que hay detrás de cada textil, eso sumado a lo complejo que son las plataformas y formularios de postulación. Esto se podría traducir en el poco acceso a redes de apoyo empresarial y mentoría, que son cruciales para obtener financiamiento y orientación estratégica para el desarrollo de sus negocios.
También creo que las mujeres emprendedoras, y en especial las mujeres indígenas, suelen enfrentar dificultades para acceder a financiamiento inicial para iniciar sus negocios porque nos enfrentamos a barreras como por ejemplo falta de historial crediticio o garantías financieras limitadas debía a que muchas trabajamos de manera independiente.

¿Cuáles son tus proyectos a futuro?
Quiero comenzar a hacer abrigos con la máquina de coser. Por supuesto manteniendo la identidad, e incluir los diseños de los telares, estoy en proceso de prueba. Pero aparte de eso, desde chiquitita yo aprendí a confeccionar porque mi mamá siempre, toda su vida confeccionó, hacíamos ropa para colegio, vestido de cueca para las fiestas patrias, faldas para los colegios, diferente tipo de cosas. Quiere agrandar mi negocio haciendo este tipo de cosas, me gustaría partir haciendo uniformes de colegio, esos son los planes para el futuro.
Como emprendedora y desde tu punto de vista ¿Por qué consideras importante fortalecer los negocios de las mujeres indígenas?
Bueno, yo realmente comencé a tejer hace 12 años y desde hace 7 que comencé mi propio negocio como tal. En mi caso creo que es importante fortalecer los negocios de mujeres indígenas porque en mi caso, que soy dueña de casa me permite desarrollar además mis labores de cuidado. Yo me dedico a mis hijos, a la casa y el ser dueña de mi propio negocio me permite estar acá en mi casa mientras trabajo. Cuando tengo tiempo me dedico a tejer o cuando tengo pedido grande mis hijos y mi pareja tienen que preocuparse en la casa y yo me preocupo solo de hacer lo que tengo que entregar. Te permite esa flexibilidad.

¿Qué mensaje le gustaría compartir a otras mujeres indígenas emprendedoras ?
Me gustaría decirles a otras mujeres indígenas emprendedoras que no se rindan. Muchas veces como mujeres nos dedicamos más a la familia, los hijos, y nos dejamos de lado a nosotras mismas. Las invitó a pensar siempre en grande todo. No quedarse en realizar solamente una meta porque puede haber muchas más. Y si no te funciona una, va a funcionar dos de las metas que se han propuesto.