La primera fase tuvo como objetivo caracterizar la situación socioeconómica de las mujeres indígenas e investigar de manera participativa las barreras que existen para su empoderamiento económico.  Una de las restricciones más significativas dice relación con el acceso a oportunidades de capacitación que satisfagan las necesidades de las mujeres y que a la vez se adapten a sus realidades.

Se decidió entonces, implementar una segunda fase del Programa con el compromiso de contribuir al fortalecimiento de capacidades a través de un centro que promoviera la participación de las mujeres en todos los ámbitos de su desarrollo. Entre abril del 2018 y junio del 2020 se llevó a cabo  el diseño, validación, habilitación y puesta en marcha de un Centro para el Empoderamiento de las Mujeres Indígenas.

Una tercera fase busca dar continuidad a los logros y fortalezas que el Programa y sus participantes han alcanzado y avanzar a una nueva etapa, incorporando nuevos enfoques y tecnologías para la gestión, formación y comercialización, que contribuyan a la sostenibilidad del Centro y con ello, a amplificar la cobertura y las oportunidades para  las mujeres indígenas.