Melania es una lideresa de esas que resaltan por su fuerza y su convicción. Originaria del pueblo quechua de los Rukanas, ha llevado una vida de lucha, en los más amplios sentidos de la palabra. Comenzando en su natal Lucanas, en Ayacucho -Perú, lugar en donde se convirtió en la primera mujer en representar a su distrito como alcaldesa.

Hoy como Presidenta de la Organización Nacional de Mujeres Indígenas Andinas y Amazónicas del Perú – ONAMIAP, continúa con la cruzada reivindicatoria de su identidad cultural indígena, especialmente desde la perspectiva de género.

En el marco de la conmemoración del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres y las Niñas, conversamos con Melania sobre la relevancia del empoderamiento, para romper con los círculos de violencia que envuelven a tantas mujeres y en particular a las de ascendencia indígenas.

Es importante que nosotras como mujeres podamos tomar conciencia. Ser conscientes de qué significa la violencia o qué percibimos también por la violencia, y cómo vemos a la violencia. Hemos visto también que a veces naturalizamos la violencia, y es importante tomar en cuenta eso. Asimismo, es importante perder el miedo también, el miedo a hablar, porque muchas veces nos callamos. Es importante expresar lo que sientes, lo que piensas, y bueno, la violencia en sí. La palabra también es empoderamiento. Asimismo, contar con información. La información es súper importante; si no cuentas con información, (respecto a) dónde vas, dónde recurres, qué normas hay, no sales de la violencia.

Nosotras como dirigentas de organizaciones de mujeres iniciamos con procesos de reflexión para perder el miedo. Por ejemplo, el miedo a hablar también aprovechamos esos espacios para conocernos, decir qué sentimos, qué nos duele, qué está pasando con nosotras, qué nos hace feliz o que nos decepciona. Son cosas que creo que son importantes, que individualmente sentimos para irradiar a los demás y esa es una motivación.

Porque nosotras las mujeres indígenas siempre apostamos por el “buen vivir”, y el buen vivir significa armonía, equilibrio, reciprocidad. No solamente entre nosotras, entre los seres humanos, sino también entre la madre naturaleza, porque también muchas veces violentamos a la madre naturaleza.

La violencia destruye nuestras vidas y creo que es importante tomar conciencia de ello y promover cambios. Cambios para el buen vivir y nosotras como organización indígena, venimos trabajando en procesos de reflexión. Analizando, cuestionando, porque cada día vamos viendo también distintas formas en las que se presenta la violencia en nuestras vidas. A veces hemos naturalizado la violencia, y cuando nos dimos cuenta, pues esas violencias no son visibles, pero te van carcomiendo y es importante reflexionar sobre ello. Es importante también para no seguir transmitiéndola de generación en generación.

5. ¿Cómo contribuye a la eliminación de la violencia cuando se trabaja de manera colectiva a través de organizaciones y redes como ONAMIAP?
Nosotras como organización, pues vamos nadando contra la corriente para promover procesos de cambio. Sé que no es nada fácil, pero tenemos qué estar en esa reflexión, tener en cuenta qué tenemos que cambiar nuestros pensamientos a un pensamiento más equitativo, justo, no racista, no violento y creo que ese es el pensamiento que debemos de tener si no queremos que exista violencia, pero en esta sociedad donde existen las desigualdades, pues, la violencia está.